¿Que se puede hacer con una lombarda?

Eso mismo me pregunté yo cuando apareció una en mi frigorífico. Está claro que no iba a ser el plato estrella de la comida teniendo en cuenta que en mi mesa se sientan dos elementos de 7 y 8 años a los que una cosa de color morado que no sea plastilina, les rompe los esquemas.

Pero si hay algo que sí le gusta al comando subversivo de mi casa es el queso gratinado así que lo primero que hice fue LOMBARDA CON PIÑONES Y QUESO GRATINADO:

INGREDIENTES:

• lombarda
• agua
• sal
• queso rallado emmental 
• piñones

PREPARACIÓN:

1. Se corta la lombarda en juliana y se pone a cocer unos veinte minutos en una cazuela con agua y sal.
2. Se escurre muy bien la lombarda, reservando el caldo que nos ha quedado de la coción (que usaremos para otra recetilla)
3. Salteamos los piñones en una sartén para darles un punto tostado.
4. En una fuente de cristal apta para horno disponemos la lombarda mezclada con los piñones y lo cubrimos todo con una generosa capa de queso rallado (yo utilizo emmental pero en cuestión de gustos, no hay reglas) También se puede enriquecer la receta con taquitos de jamón serrano o bacon.
5. Gratinamos y servimos. Mis hijas no dejaron ni las migas

Siento no tener fotos del evento pero prometo subirlas la próxima vez que caiga una lombarda en mis manos.

Pero, claro, tenía el caldo de la lombarda en la cazuela y me dió por pensar en que si era capaz de hacerles tomar también eso al comando "pizza-hamburguesa" iba a ser una victoria para contar a mis nietos así que me puse manos a la obra y en un momentito me marqué una GELATINA DE LOMBARDA:

INGREDIENTES:

• Medio litro del caldo de cocer lombarda
• Siete láminas de gelatina neutra (que básicamente era el total de gelatina que me quedaba en casa)

PREPARACIÓN:

1. En un plato hondo con agua, poner a hidratar las láminas de gelatina. Si tienes gelatina neutra en polvo bastará con unos 20 grs.
2. Calentar el caldo de la lombarda para que se disuelva mejor la gelatina.
3. Escurrir muy bien la gelatina ya hidratada y mezclarla con el caldo removiendo suavemente.
4. Repartir la gelatina en los recipientes que más nos gusten (yo utilicé una cubitera)  y dejar reposar en el frigorífico al menos dos horas.

Y al día siguiente, desmoldé unos cubitos que tenían un aspecto de lo más llamativo y que sirvieron de elemento decorativo para una ensalada. También puedes utilizarlos como acompañamiento para una carne guisada o para darle un toque de color a cualquier plato que nos haya quedado un poco "soso".

La parte que no os he contado es que la lombarda era muuuy grande. Y, si bien, la que puse con queso se terminó de una atacada aún tenía una buena cantidad en la nevera esperando nuevos "usos" Y claro, en esta época de crisis no está servidora por tirar nada, ni el comando subversivo por repetir dos días seguidos una comida de un color tan raro así que pensé que si había conseguido que se comieran la lombarda de primer plato, que les pareciera gracioso adornar la comida con cubitos de gelatina morada ¿por qué no intentarlo con un postre? Y de ahí nació la idea del BIZCOCHO DE LOMBARDA Y NUECES:

INGREDIENTES:

• 250 grs. de lombarda cocida
• 250 grs. de harina
• 250 grs. de azúcar
• 1 sobre de levadura en polvo
• 3 huevos
• 70 ml. de aceite de girasol
• Un poco de mantequilla para engrasar el molde
• Nueces
• Azúcar glass
• Unas pinzas para la nariz (opcional, depende de lo que te guste el olor de col por toda la cocina)

PREPARACIÓN:

Cocer la lombarda (en mi caso ya la tenía cocida pero si no es así, cocedla sin sal para que quede más dulce)

En un recipiente batir la lombarda junto a los tres huevos, el aceite y el azúcar

Sobre la mezcla resultante tamizamos la harina junto con la levadura (la foto es pésima pero no veáis lo complicado que es enfocar una cámara con una mano mientras con la otra se está tamizando intentando tamizar la harina)

Con movimientos envolventes removemos hasta conseguir una masa homogénea (también está la versión expres que básicamente consiste en enchufar la batidora y darle a todo gas hasta que queden todos los ingredientes integrados, aquí ya.... cada uno elige)

Este es el color que me quedó a mí; sin retoques fotográficos ni nada...

Una vez engrasado el molde incorporamos la mezcla y disponemos las nueces según nuestro gusto. En mi caso, me gusta poner una capa de nueces en el fondo del molde, incorporar la masa y poner otra capa de nueces encima. Básicamente lo hago porque no a toda la familia le emociona encontrarse "tropezones" en el bizcocho y así son más fáciles de localizar.

Con el horno precalentado, introducimos nuestro molde y lo dejamos cocer unos 35 minutos a 180 ºC. Ya sabéis que esto del tiempo es cuestión de hornos  y que es un tiempo aproximado. Para saber si el bizcocho está ya hecho lo mejor es ir al método tradicional: pincharlo con una varilla y si sale limpia es que está perfectamente hecho. 

Ya solo queda desmoldar y adornar con un poco de azúcar glass.

El resultado del experimento es peculiar, justo es reconocerlo. Debí sospecharlo cuando no encontré ninguna receta de bizcocho a la lombarda en internet pero estoy segura que no soy la primera persona en este mundo que pensó que esta combinación  podría ser interesante.

Con eso no quiero decir que el bizcocho esté malo ni mucho menos, porque en casa duró lo que dura una merienda... visto y no visto, pero sí es cierto que deja un gusto un tanto particular, más complejo que el típico bizcocho de yogur, y que si no te avisan de qué está hecho puede sorprenderte. Aunque como dice un miembro de mi familia "no hay dulce malo"

PD: Esta entrada se la quiero dedicar con todo mi cariño a un grupo de amigas fantásticas que siempre están a mi lado y que aseguran (desconsideradamente en mi modesta opinión) que yo cocino cosas "raras": Queridas mías, no sé en qué os basáis ;)